El programa nazi para la futura élite del III Reich

Aquellos niños inicialmente eran cuidados por profesionales médicos y enfermeras que tomaban registros, y mediciones de cada uno de ellos con el fin de evaluar si cumplían los parámetros
establecidos.

Luego crearía un sistema de casas de maternidad para mujeres solteras de ascendencia aria y hombres de las SS para «criar» a los niños.

Una de las casas más conocidas fue la de Steinhoering Lebensborn, dirigida por Ebner quien presidió el nacimiento de unos 3000 niños y realizó experimentos de reproducción en mujeres. Fue este finalmente quien determino qué niños de los territorios ocupados eran aptos para la germanización.

Al cabo de un tiempo empezaron aparecer las trabas y los números de nacimiento no convencían a Himmler. Para el año 1940 Habían nacido 7.500 niños y niñas. Este debido en gran parte que muchos oficiales de las SS no accedían al programa al determinar que estaban acabando con los valores de la familia.
Lo que llevo a una medida extrema y fue la de asignar oficiales de las SS a secuestrar los niños en los países ocupados, como Polonia, Checoslovaquia, Ucrania y Francia.

Se estima por ejemplo que entre 50.000 y 200.000 niños polacos fueron secuestrados. Luego de ello eran sometidos a un riguroso examen, de purificación racial. Los niños que pasaban 
recibían una certificación que les acreditaba ser puros (arios) para entrar en el programa. 

Después eran enviados con certificados de nacimiento falsificados a familias previamente seleccionadas. A quienes se les mentía acerca de su procedencia pero se les otorgaba uno que otro beneficio al colaborar con la causa.

Los niños desafortunados que no pasaban el examen de valoración genética eran enviados a campos de concentración  infantiles como Kalish, Dzierzazna y Litzmannstadi, y de ahí a los campos de exterminio. 

Finalizada la guerra muchos de aquellos niños vinieron a pagar las consecuencias, algunos siendo culpados injustamente, otros repartidos en distintos lugares de Europa o fuera, sin saber realmente de su procedencia.

En el 2005 se formo una fundación llamada el Lebensspuren (huellas de vida), que buscaba dar con todos aquellos niños que tuvieron vinculación con los lebensborn. Un grupo activista y de apoyo mutuo, que luchaban por el derecho a conocer sus orígenes.

 
Por el lado de los hombres se buscaba crear  “un soldado político” a quien se le pudiera encomendar las principales funciones administrativas del estado y del partido nazi en generaciones futuras. 

Un régimen autoritario y disciplinado con una ideología despiadada de la supervivencia del más fuerte, el uso de armas y uniformes, lo que le permitiría a cada individuo escalar socialmente dentro de la cúpula nazi. Un centro de formación donde se preparaba a una selecta minoría de alumnos entre los 10 y los 18 años para ser los futuros dirigentes políticos.

Cuyo propósito inicial fue entrenarlos para su ingreso a las SA (tropas de asalto), con una formación paramilitar fascista. Que después de 1933, cambiaría de enfoque buscando un grupo élite de caballeros de la Orden Negra, es decir miembros nazis preparados y listos a ocupar las filas de las SS.

Por el lado de la Mujer, la formación sería algo diferente, más enfocada en programas destinados a la reproducción y al cuidado de sus semillas. Por ello su educación estaba inclinada, a la pedagogía, psicología, idiomas, relaciones sociales,  biología racial, nutrición y el atletismo colectivo como la gimnasia rítmica, que las autoridades de salud alemanas consideraban menos agotadora para el cuerpo de la mujer y mejor orientada a prepararlas para la maternidad. 

Todo este ánimo colectivo de ingresar a las juventudes hitlerianas, llego a convertirlas en la mayor organización juvenil de la historia con una cifra aproximada de alistados de unos 7.700.000 jóvenes. 

Finalizando con las Napolas (Escuela Política Nacional) que fueron como  internados de segunda enseñanza de las Juventudes Hitlerianas que desde 1933 operaron como centros de educación para la sociedad. Eran sencillamente escuelas de categoría superior cuyo objetivo fue el de otorgar una formación de liderazgo a aquellos chicos que se habían distinguido por sus capacidades intelectuales, en educación física, fuerza para decidir y lealtad a sus iguales.

Por ello su formación estuvo encaminada en disciplinas como el remo, boxeo, esgrima, natación, vuelo sin motor, tiro, hípica y conducción de motocicletas y automóviles, necesarias para fomentar sus aptitudes físicas y psíquicas, fortaleciendo su coraje, iniciativa y perseverancia. Sumado a los programas de política, biología e historia enfocados en conceptos racistas, sociodarwinistas y ultranacionalistas. 

Todo para lograr conseguir aquellos luchadores políticos que sacrificarían su vida por la “causa del Führer” si fuera necesario y por no dejar acabar el Tercer Reich destinado a gobernar por 1000 años.