Rudolf Hess secretario de Hitler y la cara amable del Partido Nazi

Rudolf Hess, llegada al Partido Nazi y su gran caída

Actualización: mayo 29, 2023

Como la gran mayoría se cautivo con los discursos de Hitler para el partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), que al escucharlo durante un mitin en Munich no dudo en darle todo su apoyo. Pues considero que ambos tenían una creencia compartida en el mito de la puñalada por la espalda, la noción de que la derrota alemana en la Gran Guerra fue causada por una conspiración de judíos y bolcheviques, en lugar de un fracaso militar.

En 1923 le colabora con el golpe de estado en el Putsch de la Cervecería, un intento fallido que los condujo a ambos a la prisión. Donde consolidaron mejor esos lazos de amistad, ayudando a su futuro líder nazi a escribir sus memorias y pensamientos ideológico en su libro el Mein Kampf.

Ya al salir de la cárcel, sus vidas estarían marcadas en un ascenso rápido del partido nacionalsocialista obrero alemán. En donde el Führer fue escalando en el poder llevando en sus plantes a Rudolf Hess, que designaría como jefe del Partido Nazi y Ministro de Estado, ocupando casi todos los poderes, excepto de guerra y política exterior.

Ejecutó así todas las órdenes políticas de Hitler en lo relativo a la ideología nazi y sus doctrinas.

Con tal grado de confianza, llego a tener el poder de sancionar leyes y en 1935 lo demostró al firmar una serie de leyes antisemitas denominadas Nuremberg, que despojaban a los judíos de sus derechos civiles.

Fue considerado como “la cara amable” del régimen nazi. Organizó los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 y mantuvo una estrecha amistad con Leni Riefesentahl, la documentalista de Hitler.

En 1941 penetró en cielo británico pilotando él solo una avioneta bimotor, con el fin de concertar una paz por separado con las potencias occidentales. Esto lo realizo sin el consentimiento de Hitler, con una falsa identidad (Alfred Horn) piso suelo británico.
Luego los ingleses lo harían su prisionero, siendo condenado en Nuremberg a prisión perpetua en Spandau.
Siendo el prisionero más vigilado de la historia. Pues todos allí dentro de la prisión estaban para cuidarlo. Sin embargo no basto, ya que ese viejito de 93 años, para el 17 de agosto de 1987, logra escapar de la vista de sus cuidadores y, luego de haber fracasado varias veces en los últimos cuarenta años, logró ahorcarse con el cable de una lámpara.