Todo Sobre el Cartel de Medellín

Fue así como estos grupos de narcotraficantes empezaron a comprender que tenían que cambiar su esquema de operaciones. Y a raíz del secuestro de Martha Ochoa supieron que la mejor forma era trabajar en conjunto.

Quien lidero aquella idea sería Pablo Escobar Gaviria, quien más adelante se convertiría en la cabeza máxima y visible del negocio que en ese momento operaba en Medellín. Fue a partir de ahí que la DEA comenzó a definirlos como el cartel, una empresa bien definida que operaba en Medellín, con un esquema organizacional bien definido, que les permitió traficar estratégica mente grandes cantidades de cocaína hacia los Estados Unidos.

Sería para aquellos años (1976-81) donde se formaría el Cartel de Medellín, una organización delictiva  que contaba con una infraestructura tan gigante, que abarcaba los tres escalones del mundo de la droga: la producción, el transporte y la venta.

Parte de la clave del éxito fueron sus alianzas, inicialmente con sus socios el clan de los Ochoa, a quienes les comenzó a vender la pasta de coca. Ya que Pablo Escobar sabía que ellos contaban con los laboratorios para procesarla y con una red de distribución para enviarla fuera del país. 

Más adelante Verónica Rivera le presenta a Gonzalo Rodríguez Gacha, quien sería la ficha clave para el esquema de seguridad de la organización. 

Por último estos traficantes paisas escuchan hablar de Carlos Lehder, alguien que decía conocer a perfección como traficar droga hacia los Estados Unidos. Que inicialmente se estableció en Pereira para realizar sus primeros envíos. 

La efectividad de su ruta sería lo que llevaría a que Pablo Escobar y sus socios, asistieran a 
varias de sus de sus fiestas y reuniones en la Isla Cayo Norman. Esto con la finalidad de conocerlo para eventualmente llegar a establecer las pertinentes negociaciones. 

Es de esta forma que Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha (Pacho-Cundinamarca), Carlos Lehder (Pereira) y Jorge Ochoa se convierten en los miembros más importantes del cartel. Seguido de otros personajes de suma importancia y antiguos socios de Pablo, como su primo Gustavo Gaviria (león) y su hermano mayor Roberto Escobar (osito). Los Pablitos (Pablo Arroyave y Pablo Correa), los Moncada y los Galeano que eran socios capitalistas.

Finalizando con su aparato militar y esquema de seguridad, es decir el ejercito de sicarios mediante los cuales establecieron las relaciones de fuerza para el control y dominio del tráfico de narcóticos. 
Jóvenes reconocidos por sus alias como por ejemplo: Popeye, HH, El Angelito, El Chopo, El Tato, Tayson, El Palomo, Enchufle, Leo, Pinina, Quesito, Limón, León, Templor, Conavi, Turquía , El Japonés, La Cuca, Tavo, El Duro, Jhoncito, Abraham, entre otros.

Allí el piloto en su avión privado llevaría su primer gran envió de 250 kilos de coca, que sería recogido en la hacienda Nápoles, para luego hacer su escala en las Bahamas y finalmente en Florida. En dicha operación el cartel de Medellín se embolsarían 10 millones de dólares.

A partir de entonces los aviones salieron de Medellín repostaron en la isla y cruzaron los humedales de los Everglades de Florida, donde dejaron caer paquetes de droga que fueron llevados en lancha rápida a Miami.

Aprovechando los contactos de Ledher en Norteamérica, Pablo Escobar comenzó a enviar con éxito grandes cargamentos de cocaína, atrayendo a otros narcotraficantes con los que se fue asociando hasta conformar una cúpula más completa del cartel de Medellín. 

Aquí el éxito de la oficina es que aseguraba los envíos de la droga, es decir que si un cargamento era confiscado, el cartel devolvía la totalidad de la carga en dinero o en cocaína, pero si coronaban el cartel recibía un generoso porcentaje de las ganancias. 
Este sistema funcionaría muy bien gracias al ingenio del primo de Pablo Escobar, el león como era conocido, quien manejaba las finanzas de la organización.

Todo este esquema fue el que le permitió al Cartel ir sometiendo poco a poco, a otros narcotraficantes de la región antioqueña, para así convertirse en los dueños del monopolio en el Valle de Aburra. Y no permitir que otros traficantes quisieran formar rancho aparte.

Fue así como Pablo Escobar intento monopolizar el negocio de la droga proponiéndole a los jefes del cartel de Cali actuar como un núcleo dependiente del cartel de Medellín. Algo que claramente los caleños no iban aceptar, pues estos ya venían trabajando independientemente con un esquema totalmente diferente que venía funcionando. Es así como comienza uno de los primeros roces entre ambos carteles de la droga, que para ese momento venían respetándose sus territorios y formas de operar.

El Cartel de Medellín con este esquema de seguridad bien estructurado empieza ampliar sus centros de producción, ubicándose en el sur del país, exactamente en los llanos orientales y en los departamentos de Meta y Caquetá. Fue en aquellas zonas donde funciono uno de los centros más grandes de producción, conocido como Tranquilandia, que estuvo bajo el poder de Rodríguez Gacha. 

Tanto fue el éxito de aquellas zonas que sus cultivos se fueron expandiendo hacia la región del Magdalena Medio y luego por todo el país. Razón por la cual el Cartel tuvo que ubicar estrategicamente pistas de aterrizaje para despachar la droga y vuelos especializados en largas distancias a poca altura. Para luego enviarlos mediante flotillas de pequeñas avionetas a Bermudas, Bahamas y la Florida. 

Una operación de lujo que funciono en su momento a la maravilla, pero que no iba a pasar desapercibida para el gobierno norteamericano. Pues los ingresos de cada capo aumentaba considerablemente y con ello la curiosidad de las autoridades por saber de donde provenían aquellas fuentes.

Llegando así la oportunidad tan esperada para otro de los socios del Cartel de Medellín, Rodríguez Gacha quien buscaba ampliar sus arcas y así mismo ocupar una posición más importante dentro de la organización.

Pues junto con un viejo socio (Mata Ballesteros) venían trabajando ya varios años las rutas del Caribe para trasladar droga al sur de la Florida. Y se dieron cuenta que era el momento de ampliar sus redes con una alianza con los mexicanos para llegar al mercado de la costa oeste: California, Arizona, Nevada y hasta el sur de Texas. Para ello se contactaron con una vieja conocida, Verónica Rivera de Vargas, para tramitar el primer encuentro con el jefe del cartel de Guadalajara.

Esta reunión le aseguraría a sus socios un porcentaje de representación y para Gacha reconocimiento dentro del Cartel de Medellín. José Ramón Matta Ballesteros se encargaría de tramitar el primer encuentro con el jefe del cartel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo. Y Rodríguez Gacha asistiría allí avalado por el Patrón (Pablo Escobar) y la cúpula del Cartel de Medellín.

Los capos mexicanos ya venían indagando sobre como los colombianos distribuían la coca y como controlaban eficazmente sus rutas. Así que vieron la oportunidad de establecer este encuentro para despejar sus dudas. Allí en la reunión Rodríguez Gacha terminaría abriéndolo los ojos a Félix Gallardo, en donde le señaló las ventajas de traficar y operar con la cocaína. 

En dicha reunión establecen de común acuerdo, una ruta alterna al Caribe, estableciendo a Honduras gracias a sus condiciones geográficas y sus conexiones políticas. Que les permitía un fácil acceso para introducir a los Estados Unidos la cocaína producida en Colombia.

Gacha se encargaría entonces de organizar una ruta por el pacifico, sacando la droga por centro América (Honduras) y llevando la cocaína hasta carteles Mexicanos, quienes serían los encargados de pasar la droga a los Estados Unidos. Así mismo los encargados de lavar el dinero para que entrase sin ningún problema a los colombianos.

Por otro lado Matta Ballesteros se aprovecharía de la vulnerabilidad de las instituciones y la posición geográfica privilegia para transformar a Honduras en un punto intermedio ideal entre productores de drogas en América del Sur y consumidores de drogas en América del Norte. Para ello utilizaría las rutas de tráfico de cocaína que operaba el cubano Alberto Sicilia Falcón, quien había sido detenido meses atrás. Además de afianzar su sociedad en aquel país con los esposos Mario y Mary Ferrari que contaban con la amistad y protección de las Fuerzas Armadas y la Policía. Una excelente conexión al tener el control total para sus operaciones (permisos, pistas aéreas y puertos). 

Fue a raíz de esta sociedad que los aviones volaban desde Honduras en una empresa propiedad de Matta Ballesteros, cargados con cocaína colombiana, que más adelante eran descargados en Estados Unidos y vueltos a cargar con armamento que se había comprado con las ganancias de la venta de armas a Irán. En una guerra librada contra Irak, para luego volar de regreso a Honduras con armas para la Contra en guerra con el sandinismo.

Es de este modo que los Ferrari se convirtieron en el rostro visible de la organización hondureña y Matta Ballesteros en un actor bajo la sombra. Pero todo daría un vuelco cuando Matta Ballesteros se dispone a salir de sus socios y los manda asesinar con unos militares aliados. Quedando así como el puente directo entre el Cartel de Medellín y Honduras. Teniendo a su favor a los militares quienes eran los que permitían el paso de droga por los puertos, aeropuertos y fronteras terrestres del país.

Todo este panorama cambiaría con el paso del tiempo cuando en aquel país comienzan a emerger nuevos grupos independientes que quieren hacerse al negocio, entre ello los militares que cada vez más exigían una mayor tajada. Algo que alerto a las autoridades norteamericanas, que no se iban a quedar con los brazos cruzados. Pues sabían que aquel país se había convertido en un puente abierto al contrabando de armas y narcotráfico.

Alertado sobre la situación Ramon Matta Ballesteros sale de aquel país al saber que se encontraba bajo vigilancia de la DEA. Para luego trasladar sus operaciones en Haití, un país asolado por la pobreza, y por Tampa vía Panamá, camino a la frontera con México, donde los «coyotes» mexicanos serían los encargados de recoger la droga y distribuirla.

Pues a raíz de la muerte del general Torrijos, sería este quien tomaría su poder. Creando así estrechos vínculos con los capos del narcotráfico colombiano, a quienes les permitía transitar por suelo panameño, alojarse en hoteles de lujo, a cambio de grandes beneficios, al punto de convertirse en un socio estratégico del Cartel de Medellín.

Todo ello gracias a la situación geopolítica de Panamá y las facilidades que brindaba su Canal. Lo que le facilitó al General mantener las actividades de contrabando y reordenar las operaciones de tráfico de cocaína fuera del Caribe. Esto a través de Panamá, por todo el corredor de América Central, para llegar la frontera del norte de México, quienes serían los encargados de hacer llegar la droga aEsados Unidos.

Una de las primeras operaciones entre el General y el cartel de Medellín seria en marzo de 1982, cuando Noriega recibe a 4 jefes del cártel, entre ellos a Gustavo Gaviria y Pablo Correa, y acuerdan utilizar una línea de carga aérea panameña, INAIR, que en ese momento era propiedad del entonces embajador Ricardo Bilonick, para trasladar la droga a Estados Unidos.

Su pago sería de $1000 dólares por cada kilo trasegado, llegando a la suma de $10 millones de dólares en cada operación. Situación que llevo a que los capos de Medellín expandieran sus operaciones allí llegando a convencer a Noriega de que prestase el aeropuerto Marco A. Gelabert, en Paitilla, para inundar de polvo a Estados Unidos.

Noriega sabiendo de antemano que llevaba el sartén por el mango, les cobra $50 mil por vuelo, pero luego estimó que era muy poco y lo sube a $200 mil. Por si fuera poco, también cobraría $0.05 por cada dólar que el cártel lavaría en el sistema bancario panameño.

Algo que inicialmente le molesto a la cúpula paisa pero que luego vio como un pago justo por el uso de Panamá para su centro de operaciones. Esto permitió más adelante afianzar la sociedad entre el cartel de Medellín y el dictador panameño Noriega. Quien no dudaba en darles asilo a los miembros del cartel cuando estaban en apuros con la justicia colombiana.

Es de esta manera como llegan a Panamá de nuevo en el año de 1984, tras el asesinato del ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla. Allí los líderes del Cartel estuvieron guardados entre 2 a 3 semanas en Panamá. En aquel país los capos podían moverse a sus anchas y transitar tranquilamente por las calles con documentos falsos.

Pero Pablo Escobar como buen bandido, comienza a tener sus sospechas con Noriega quien en ese momento ya era comandante de las fuerzas de Defensa y que además tenía nexos con agentes de la CIA. Algo que le llevo a pensar que más adelante lo pudiese traicionar y entregarlo a la justicia norteamericana. Y no se equivocó con sus apreciaciones, pues las ambiciones del ex general panameño no se hicieron esperar y les cobro inicialmente por la protección en su país unos 5 millones de dólares, pero sin estar contento más adelante les pide 1 millón de dólares mas, algo que no iban a tolerar y fue así que se negaron.

Luego comenzaron a suceder hechos que le dieron la razón a Pablo Escobar, uno de ellos ocurrió cuando Noriega por presión de la DEA, destruyó un laboratorio de cocaína en Darién, obviamente sin destruir las máquinas y equipos de producción. Arrestando así a 23 colombianos entre ellos a Eduardo Zambrano, quien en ese momento se encontraba en la ciudad de Panamá, y era el encargado de los químicos y financiamiento del Cartel.

Todo esto destapa la ira del Pablo Escobar quien días atrás había abandonado el barco con sus demás socios al percatarse que algo no marchaba bien. Dos semanas después, el 16 de junio, en Miami, es capturado el segundo cargamento de cocaína más grande hasta ese momento. 1 tonelada de cocaína que fue encontrada oculta en neveras que venían abordo de un vuelo de la aerolínea panameña INAIR.

Con todas estas pruebas el Patrón confirma sus sospechas y decide que Noriega es un objetivo militar para el Cartel de Medellín. Proceden a buscarlo para darle caza pero el dictador Fidel Castro entra en el escenario para servir como mediador de la disputa entre Noriega y el Cartel de Medellín. Pues el dictador cubano tenía sus propias razones para que Noriega no muriera. Ya que Panamá era el puente que Cuba tenía para acceder a dólares norteamericanos, realizar espionaje, evadir el embargo económico y tecnológico. Y que mejor tener de aliado a un comandante corrupto que les permitía operar en aquel país sin ningún problema.

Se pacto entonces que Noriega devolvería parte del dinero que cobró para brindar protección al Cartel.  Así mismo devolverían los equipos y se liberarían los detenidos. Es así como Noriega pudo regresar nuevamente a Panamá el 7 de julio.

A raíz de aquel fiasco de Panamá, los líderes del Cartel de Medellín deciden mover sus operaciones para Nicaragua, bajo la protección del gobierno Sandinista. 

 Se supo de antemano que gran parte de ese dinero se utilizaría para apoyar la compra de armamento para los salvadoreños y hondureños apoyados por el gobierno sandinista.

Fue así que a mediados de 1984, por mediación de los líderes del grupo guerrillero colombiano M-19, Ivan Mario Ospina y Alvaro Fayad, con quienes Escobar mantenía una estrecha amistad, le presentan a Federico Vaughan, el hombre más cercano al ministro del Interior nicaragüense Tomás Borge. Sería Federico el puente directo para las negociaciones entre el presidente (Daniel Ortega) con los miembros del Cartel de Medellín. 

En el libro de alias Popeye se relata como Daniel Ortega y sus colegas le pidieron 300 millones de dólares a los capos del cartel de Medellín para poder permitirle la residencia, y proporcionarle seguridad por parte del ejército sandinista en Nicaragua. 

Algo que renegociaría Pablo Escobar, obteniendo un paquete más completo, por una suma de 50 millones de dólares en efectivo de entrada, mas la construcción de un laboratorio para fabricar cocaína en Nicaragua, y así poder llevar la droga a Estados Unidos desde un sitio más cercano.

Durante aquella estancia Pablo Escobar coincide con su socio Rodríguez Gacha quien ya se encontraba allí bajo la protección de los insurgentes sandinistas.

Según como lo relata el hijo del capo Juan Pablo Escobar en su libro (mi padre), ellos estuvieron allí con sus familias durante 8 meses viviendo en medio de la estrechez y la pobreza, en una vivienda cerca de la autopista sur de Managua, el Lugar se llama SERRANIA un complejo militar donde albergaban a asesores militares Soviéticos, Guerrilleros Salvadoreños y líderes diplomáticos de Cuba. Pues durante aquella época el gobierno cubano era quien dirigía ese tráfico, es decir que los nicaragüenses no movían un dedo a menos que los cubanos se lo dijeran.

Durante ese tiempo en Nicaragua ambos capos del cartel de Medellín establecieron con los sandinistas una gran base de operaciones para el narcotráfico y tres rutas de trasiego para el envió de droga hacia donde sus socios, el Cartel de Guadalajara.

Entre aquellas rutas había un un triángulo que comprendía Managua (Nicaragua), Panamá, y La Habana (Cuba). Sería el puente intermedio de aterrizaje para finalmente llegar al punto de destino México.

Esta ruta sería conocida más adelante como la Ruta del Caribe (Colombia -vía Nicaragua- hasta Guatemala o México).

La otra ruta era conocida como la “Triple M”, Medellín- Managua – Miami, que era técnicamente compleja, militarmente segura y la más costosa de todas. Donde operaba la pista militar de “Los Brasiles”, que quedaba a una milla al oeste del lago Managua, en Nicaragua.

Y la última la ruta alterna que ya venían manejando con su socio Matta Ballesteros, que estaba establecida en Tegucigalpa. Una aerolínea conocida con el nombre de SETCO, que era utilizada para 
llevar suministros a los Contras a lo largo de la frontera de Honduras y Nicaragua. 

Allí los pilotos llevaban armas a Nicaragua, para los contras que el gobierno de Ronald Reagan financiaba con el objetivo de derrocar a la revolución sandinista. Pero, que paralelamente era utilizada, por los pilotos para llevar a México las cargas de cocaína, que serían despachadas en bases militares norteamericanas donde no tienen que pasar por una revisión de aduanas, esto según investigación periodística revelada por Jesús Esquivel analista político. 

Pero llegaría el día en que todo cambiaría, resulta que Barry Seal es detenido en Miami con un cargamento de coca apenas aterrizaba en una pista clandestina. La CIA que venía operando con Barry Seal se haría la de la vista gorda. Pues quienes lo interceptaron en esta vez fueron agentes de la DEA. Seal se ofrece a colaborar con los americanos para no pasar tiempo en una prisión en aquel país.

Es de esta forma como los norteamericanos le dejan circular la droga decomisada para no levantar sospechas. Y Seal vuelve a Managua victorioso, continuando sus operaciones sin ningún inconveniente esta vez como informante de la DEA. Esto permite que Barry Seal se convierta en el piloto más confiable de la mafia. Y en uno de aquellos viajes regrese de nuevo a Nicaragua en un avión C-123K Fairchild, llamado cariñosamente "Fat Lady” (Dama gorda), suministrado por la DEA y acondicionado con un sistema de cámaras ocultas para espiar las operaciones en aquel aeropuerto clandestino (Brasiles).

Durante esa operación Barry Seal consigue fotografiar algo insólito: Escobar y su socio Rodríguez Gacha estaban ayudando a descargar un avión, con 750 kg de cocaína, en el aeropuerto "Los Brasiles" de Managua, con la supervisión del mismo Federico Vaughan, y de un tal Pedro Pancho, contacto del M-19.

Fotos que luego serían divulgadas por la senadora republicana Paula Hawkins, como base de una acusación contra el gobierno sandinista de ser cómplice en el tráfico de drogas. Para posteriormente ser publicadas el 17 de julio de 1984 en The Washington Post donde se pondría en evidencia la conexión del Cartel de Medellín con el gobierno sandinista. Teniendo la prueba reina para abrir el expediente de extradición a los dos capos mas poderosos del Cartel de Medellín.

Todo este suceso entorpece la negociación pactada en Panamá para la entrega de los miembros del Cartel de Medellín. Y hace que los capos decidan a las dos semanas siguientes regresar nuevamente a Colombia para no ser ubicados. Llegan así en un avión piloteado por Roberto Striedinger, que aterriza en el aeropuerto Olaya Herrera de la ciudad de Medellín bajo la clandestinidad. En aquel sitio cada capo se dispersa en sus escondites. Pablo Escobar llega en un helicóptero a la Hacienda Nápoles. 

Pasado el tiempo las rutas que venían manejando en Centroamérica se ven afectadas, pues el gobierno norteamericano le cae con toda al jefe de jefes, Félix Gallardo líder del cartel de Guadalajara y a sus socios Caro Quintero, Don Neto y Ramon Matta Ballesteros entre otros. Todo ello por una mala jugada estratégica de sus socios en México, quienes deciden acabar de una manera trágica con un agente de la DEA llamado Kiki Camarena en 1985. Que hace que los agentes de la DEA se vayan con toda a desarticular toda la organización y acabar con la sociedad establecida entre ambos carteles.

Esto llevo a que se desfragmentará las operaciones establecidas en Centroamérica. Por un lado Matta Ballesteros sería arrestado por alguaciles estadounidenses en Honduras y extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado por secuestro, narcotráfico y por haber participado en la muerte del agente de la DEA Kiki Camarena. Perdiendo un contacto importante con conexiones en Honduras y Cuba.

Por otro lado la ruta de América Central, es afectada con la Invasión de Panamá y la captura de Noriega en 1989, lo que corto radicalmente esa vía a los narcotraficantes.

Por último sería capturado el enlace principal del Cartel de Medellín en México. Nada más ni menos que el jefe de jefes, Félix Gallardo, quie es detenido por el tráfico de drogas y la muerte del agente de la DEA Kiki Camarena.

Todos estos inconvenientes le llevaría al Cartel de Medellín a reorganizarce y enfocarse de lleno con un antiguo contacto con el que venían trabajando en paralelo, es decir con el narcotraficante mexicano Pablo Acosta Villareal, el Zorro de Ojinagua.

Continúan así la operación de envíos en donde Alberto Ochoa Soto sería el coordinador de los envíos a Ojinagua, con lo que se abrieron nuevas relaciones entre los narcotraficantes de México y Colombia. 
Una vez muerto este narco mexicano a manos de su socio y aprendiz, Amado Carrillo (el señor de los cielos), este tomaría el control absoluto de aquella plaza (Juárez). Y decide establecer conexiones con los capos colombianos.

El Cartel de Cali cree tener exclusividad con Amado Carrillo, pero se da cuenta que este comienza a establecer relaciones con varios narcos colombianos. Esta situación lleva a que los caballeros de Cali,  guarden la distancia con el Señor de los Cielos. Que termina acusándoles de no pagarles un cargamento. Lo que indigna a los miembros del Cartel de Cali, quienes terminan por dar fin a sus negocios con Amado Carrillo.

Por coincidencias dentro del negocio del narcotráfico, Amado Carrillo tenía a un intermediario conocido como Juvenal (Alejandro Bernal Madrigal) a quien conoció cuando este le instalo llaves de oro en su baño. El trabajo quedo bien que ambos se hicieron amigos. Y sería este el enlace directo que le presentaría con Pablo Escobar en 1988. Fue así como Juvenal se dedicaría a comprar la droga a Escobar y a las diferentes organizaciones en Colombia.

Tomando así el control completo de las operaciones con el Cartel de Medellín, continuando Alberto Ochoa Soto como el coordinador de los envíos y embarques de los principales narcotraficantes colombianos. y Juvenal como el intermediario del Cartel de Juárez y los capos del cartel en Colombia. 

La relación entre ambos socios (Pablo Escobar y Amado Carrillo) prosperó, que el capo del cartel
de Juárez, le ofreció la ruta marítima conocida como la Fanny y la flotilla de aviones 727. Aqui el responsable de las transacciones con el cartel de Juárez sería alias Popeye.

Los narcotraficantes empezaron a expandir sus dominios concentrados en la compra de extensiones de tierra, para fortalecer su negocio y alternarlo en la transformación de la producción agrícola y agroindustrial. Al igual que un escenario clave para la crianza de ganado y caballos de raza pura entre otros. Fortaleciendo el testaferrato y la corrupción en todas las instituciones del Estado, incluyendo los partidos políticos, la Justicia, las Fuerzas Armadas y de seguridad del Estado.

Toda esta participación del Cartel de Medellín en el negocio de las drogas, permitió reactivar la economía y reducir los índices de desempleo. Permitiendo que el flujo de capital fuera constante y sonante dentro de cada sitio más recóndito de Colombia.

Fue cuando los narco dólares empezaron a entrar en Colombia, con la mediación de los dirigentes sin prejuicios del Banco de la República. Es de esta forma como la clase política y económica se beneficiaron de una masa monetaria que ya en 1983 representaba la mitad de las transferencias del exterior. 

Pues para legalizar aquel dinero proveniente del narco se crearon una serie de sociedades y se utilizaron algunas entidades bancarias, entre ellas el Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI). 

Por ejemplo se supo que Jorge Luis Ochoa, integrante de la cúpula del Cartel de Medellín, junto con Gilberto Rodríguez fueron propietarios, de un banco en Panamá, el First Interamericas Bank. Por medio de este se introducían a Colombia importantes cantidades de dinero con las filiales de los bancos colombianos en ese mismo país como sucedió en varias ocasiones con el Banco Cafetero, y más de 30 empresas productivas reciclaban el dinero hasta borrar cualquier mancha que pesara sobre ellos.
Algo que puso a tambalear la economía del país y puso de patas arriba el imperio de la ley.

Para los narcotraficantes fue todo un boom, ya que sus ingresos aumentaron desproporcionalmente. Pues estos carteles de la droga controlaban entre el el 70 y el 80% del negocio de la coca. Incluso se llego a considerar que para mediados de la década del ochenta el 10% del PIB provenía de recursos del narcotráfico. 

Por el lado del Cartel de Medellín según fuentes externas, se supo que llego a controlar el 80% del narcotráfico en el globo; ganando 22 mil millones de dólares al año. 

Para el año 1987 se calculaba que la fortuna de Pablo Escobar era de 8 mil millones de dólares.

Fue así como el Cartel de Medellín empezó a tener al mirada puesta sobre el. Ya que los autoridades norteamericanas empezaron o notar los grandes flujos que se movían hacia Colombia. 

Pues en ese momento los carteles de Colombia (Medellín y Cali) llegaron a monopolizar prácticamente el mundo de las drogas acumulando la mayor fortuna de Colombia, pues según la revista Forbes, llegó a ser la séptima del mundo. Algunos analistas hasta llegaron a establecer un monto de 25000 millones de dólares. Llegando así a determinar en aquella época que el Cartel de Medellín era una estructura muy bien cimentada que tocaba desarticular.

Y que a raíz de esos encuentros se percato del duro carácter que tenía Pablo Escobar el líder del Cartel de Medellín. Quien no pasaba fácilmente a Pacho Herrera al notar como  se movía a sus anchas por Nueva York y al percatarse el amplio circulo de contactos que mantenía en aquel país. Lo que llevo a que Pablo Escobar lo comenzará a ver como una fuerte competencia, convirtiéndose así en su principal objetivo.

Estas manifestaciones de supremacía por parte del Cartel de Medellín les comenzó a fastidiar a sus rivales directos es decir al cartel de Cali. Quienes ya en una oportunidad habían accedido a los caprichos del patrón (Pablo Escobar) de enviarles una cuota exigida por ellos para combatir la extradición. Pero que en una segunda instancia iban a rechazar ya que ellos no estaban de acuerdo en las formas en que estaba operando el Cartel de Medellín para llevar a cabo su lucha contra la extradición. Es decir la muerte de grandes dirigentes políticos y jueces, secuestros de personajes importantes del país o atentados en contra de las instituciones gubernamentales.

Lo que traería más adelante repercusiones en los demás carteles y no se habían equivocado. Pues a raíz del asesinato de Lara Bonilla, el Estado había desencadenado una persecución sin precedentes contra la comunidad de narcotraficantes.

Y fue así como en la segunda reunión dirigida por el Cartel de Medellín, los líderes del cartel de Cali decidieron enfrentar el predominio de los paisas. Cuestionando las acciones de Pablo Escobar en contra del Estado para dar fin a la extradición. Algo que en su momento tomo mal el Patrón, como una ofensa por parte de sus competidores. Y le llevo abandonar abruptamente la reunión susurrando esto es guerra.

Iniciando pequeñas rencillas por parte de ambos carteles. Una de ellas cuando Pablo Escobar ordena la muerte de 5 militares retirados, sabiendo que eran gente de Gilberto Rodríguez, quien estaba buscando montar provocaciones en contra del cartel de Medellín. Que no se quedo quieto y los asesino escribiendo junto a sus cadáveres miembros del cartel de Cali ejecutados por haber atentado contra gente de Medellín.

Otra de sus diferencias según la versión de uno de los sicarios de Pablo Escobar, alias popeye, fue cuando Jorge Luis Ochoa y Gilberto Rodríguez Orejuela son deportados a Colombia desde España a mediados de 1986 donde estuvieron presos por año y medio. Se supo que ambos narcos dentro prisión habían llegado a un acuerdo en el que ninguno podía salir de prisión primero que el otro, es decir que ambos debían salir al mismo tiempo.

Un pacto que no se cumple, pues Jorge Luis Ochoa preocupado por una posible extradición decide salir antes de Prisión. Lo que pone en jaque al capo de Cali, Rodríguez Orejuela, quien tuvo que pagar una millonaria suma en sobornos para poder quedar libre y evitar ser extraditado.
Rompiendo con ello el pacto de palabra y no solo en ese momento, pues durante ese periodo el cartel de Medellín comienza una disputa con los del Cartel de Cali por las rutas y el monopolio del tráfico de drogas a Estados Unidos. 

Todo ocurre cuando los mercados de Miami y los Ángeles que estaban bajo el dominio del cartel de Medellín, empezaron a perder su hegemonía. Esto debido al control de las autoridades en aquellos países y a la excesiva oferta que trajo consigo una drástica caída de sus precios.

Algo que no sucedió de igual manera en Nueva York, que mantenía en su mercado una mayor demanda que no afecto la caída de sus precios. Lo que convirtió aquel país en el principal objetivo para los capos de la droga.

Es entonces que llega el año de 1987, cuando Pablo Escobar, aconsejado por su estratega militar, Gonzalo Rodríguez Gacha, tratan de interrumpir en el mercado de New York, que era el dominio exclusivo de los lideres de Cali. 

Desatando así una guerra entre las redes de importadores, distribuidores y lavadores de dólares.
Conflicto en el que se vio involucrado un narco conocido en el Valle como Fierro (Hugo Hernán Valencia), quien era aliado de Pacho Herrera, y que además era un hombre en el que el Cartel de Cali había depositado toda su confianza.

Que resultaría secuestrado en 1987 por la cúpula del Cartel de Medellín, con la única intención de pedir a sus rivales una considerable suma, para joder la estructura de su cartel rival. Y así mismo para amedrentarlos por haberse negado a pagar una cuota para combatir la extradición en Colombia.

Pablo Escobar les hace conejo con la primera paga y luego de ello Camilo Barney pide ayuda a Pacho Herrera, para que le prestase aquella cantidad. Pacho Herrera que en aquel momento no tiene esa suma le dice a Camilo Barney que estuviera pilas porque de pronto el sería el próximo en la lista de los del cartel de Medellín.

Se comenta que Miguel Rodríguez Orejuela saco partido de aquella situación pues aquel ciclista se había metido con una de las conquistas del capo. Es así como finalmente el cartel de Medellín lo asesina y Miguel Rodríguez Orejuela les queda debiendo un favor indirectamente.

Sin olvidar claramente una promesa fallida por parte de uno de los socios del cartel de Medellín. Es decir Jorge Ochoa que decide viajar a Cali para disculparse con Gilberto por lo sucedido. Y allí en medio de fiestas y mujeres el caleño acepta las disculpas de Ochoa.

Desconociendo lo que el cartel de Cali estaba orquestando en contra de él. Pues cuando Jorge Ochoa se encontraba rumbo a su casa, es detenido por un oficial que pertenecía a la nómina del Cartel de Cali y es enviado a la cárcel La Picota donde tuvo que pagar millones de dólares en sobornos para quedar libre y evitar la extradición.

Luego de ese percance se refugia en uno de los escondites donde se encontraba Escobar y le confirma que fue Gilberto Rodríguez Orejuela fue quien dio la orden para que lo detuvieran.

Llegaría entonces ese día, todo según el relato de uno de los sicarios de Pablo Escobar (Popeye) que coincide con lo narrado en uno de los libros de Andrés López alias florecita.

Una guerra que inicia por un lío de faldas entre dos sicarios de bandos opuestos, es decir entre Piña y Alias el negro Pabón. Quien era un hombre muy leal a Pablo Escobar y quien le pidió su ayuda cuando se entero que Alejo Piña, un recluso con quien se hizo amigo en una cárcel de Nueva York, se metió con su esposa.

Cuando este regreso a Colombia se entero de la infidelidad de su esposa con su amigo de celda, y tiempo después saliendo de un estadio de fútbol recibiría 12 disparos propinados por dos sicarios contratados por Piña. El negro Pabón se salva de milagro y logra atrapar a los sicarios, quienes finalmente antes de morir torturados, sueltan la sopa que salpica directamente a Piña.

Esta ofensa no iba a pasar desapercibida y el Patrón decide ayudar a su sicario. Es en este momento cuando decide cobrarle el favor a uno de los hermanos Orejuela, exigiéndole que le entregasen a Piña.
Estos en vez de operar por su cuenta le comentan a su socio Pacho Herrera sobre las intenciones de Pablo Escobar con uno de sus trabajadores de confianza.

Pacho Herrera sin dudarlo le hizo llegar el mensaje a Pablo Escobar, que el no le entregaría a sus hombres. A lo que el capo de Medellín respondió con una de sus famosas sentencias: «Quien no está conmigo está contra mí». Y fue este uno de los detonantes para una futura guerra que se avecinaba entre los carteles.

Pacho Herrera se había atrevido a desafiar al Patrón y los jefes del Cartel de Cali le habían dado la espalda a Pablo Escobar, pues no tenían contemplado entregar a uno de sus socios. Pues la idea de Pablo Escobar era secuestrarlo y pedir por él un rescate de 5 millones de dólares. Con la finalidad de recibir un dinero extra y de paso asesinarlo. 

Ya que el lio de faldas de su sicario había pasado a un segundo plano, y estaba entre dicho su respeto al ser desafiado por uno de los integrantes del Cartel de Cali.

Es cuando los Rodríguez Orejuela llaman a Herrera Buitrago y le informa lo sucedido, comentándole que se encontraba en un grave peligro y que de ahora en adelante para referirse a él lo harían a través de un alias, de ahí surgió su apodo de Pacho. 

Este insulto ya se había vuelto un asunto personal para Pacho Herrera quien ya había perdido alguno de sus hombres a raíz de las acciones del capo de Medellín.

Es a raíz de estos acontecimientos que Pacho Herrera perdió la paciencia y decide atacar primero a Pablo Escobar. Para ello envía a tres individuos a uno de los edificios del Patrón del cartel de Medellín. Se trataba del edificio Mónaco, donde según fuentes se encontraba el patrón compartiendo con sus familiares.

La fecha exacta sería el 13 de enero de 1988, a las 5:10 de la mañana del día miércoles. Cuando estos sicarios dejaron estacionado un automóvil cerca y salieron a correr. Esperando el momento indicado para hacerlo estallar. Sucede entonces que dos vigilantes se acercan aquel carro sospechoso para inspeccionarlo y allí se escucha la explosión.

Siendo el primer carro bomba en la historia de Colombia, donde se mostraba inicialmente el gran poder que ejercía los narcos y se daba inicio a una guerra anunciada.

Pues aquella explosión de 700 kilos de dinamita había generado la destrucción de varios autos de colección del capo y destrozos en varias edificaciones a la redonda. Además de la suma de 10 heridos y 3 muertos a causa del atentado. En donde incluso la hija del Patrón (Manuela) estuvo a punto de quedar sorda. Algo que prendió la mecha de Pablo Escobar quien no iba a dejar pasar por alto esta humillación.

Esta confrontación entre ambos carteles había roto una de las reglas primordiales que era la de no involucrar a los familiares.

Escobar respondió enviando sicarios a Cali, para asesinar a mas de 60 empleados del grupo rival. En donde ejecuto 40 atentados dinamiteros contra las sucursales de “Drogas la Rebaja” y 10 atentados más contra las emisoras del “Grupo Radial Colombiano”. 

Para el año de 1990 el Patrón envía a uno de sus sicarios apodado como Tyson a dirigir un grupo que tenia como objetivo ametrallar los lideres del cartel de Cali cuando asistiesen a un partido de futbol que estaban organizando.

El sitio de reunión fue una de sus fincas llamada Los Cocos, en el corregimiento del Cabuyal, cerca al municipio de Candelaria, en el Valle del Cauca. Fue en aquel lugar donde varios sicarios al mando del temible Tyson llegaron vestidos con prendas privativas del ejército nacional, para ingresar sin ningún problema y fumigar a todos aquellos que se encontrasen allí, pues no querían que sus objetivos quedaran vivos. Para suerte de sus enemigos Pacho Herrera sale ileso, logrando escapar de aquel sitio. Que dejo como saldo 17 personas muertas entre jugadores, un árbitro, cocineras, escoltas y transeúntes del lugar.

Esto no paro allí pues Pablo Escobar vuelve a intentarlo con otro atentado fallido en contra de su rival Pacho Herrera el 27 de julio de 1991 en el balneario las brisas ubicado en la autopista que de Cali conduce a Jamundí.

El cartel de Cali no se quedaría quieto e ingeniaron un plan en donde deciden contratar a McAleese, un ex-agente del SAS -un grupo de élite del Ejército Británico- para que a través de su experiencia, se encargara de asesinar a Pablo Escobar.

Quien estaría a cargo de dirigir la operación sería Jorge Salcedo un especialista en inteligencia, contra-vigilancia y seguridad. Con ayuda de Tomkins reclutan a un equipo de 12 mercenarios y Jorge Salcedo les ayuda a pasar los controles de aduana para poder llegar al sitio de destino sin ningún problema.

La idea del plan sería penetrar la hacienda Nápoles y sorprender al capo de Medellín (Pablo Escobar). Matando a todas las personas que estuviesen allí para al final cortarle la cabeza al patrón y llevársela como trofeo a los del cartel de Cali.

A pesar de que el plan ya había tomado su tiempo de ensayo y error. Y que el propio McAleese ya había sobrevolado la hacienda para hacer un reconocimiento del lugar. No todo salió como lo esperaban, pese a que los mercenarios ya habían encontrado la fecha exacta para maniobrar, es decir para la celebración de la victoria del Independiente de Medellín en la Copa Libertadores de 1989. Les surgió un problema  al arrancar hacia aquel sitio uno de los dos helicópteros, el que transportaba a McAleese y a Tomkins se estrella en las montañas de los Andes. El piloto queda automáticamente queda muerto y los demás mercenarios alcanzaron a huir. Mientras que McAleese quedó muy mal herido, quedando allí escondido durante 3 días, esperando no ser encontrado. Pues al cartel de Medellín ya le había llegado el chivatazo de aquella operación.

El cartel de Cali al percatarse de las fallas en la operación deciden abortarla por completo y nombran a Jorge Salcedo como el encargado de la seguridad de los hermanos Gilberto y Miguel, los dos líderes del cartel de Cali.

Fidel rompe definitivamente las relaciones con Pablo Escobar cuando el capo le pide ayuda para emprender una escalada terrorista contra el Estado, como una forma de intentar frenar la política de extradición de narcotraficantes a USA. 
Algo que en ese momento no estaba entre los Planes de Fidel, quien se oponía a las acciones terroristas emprendidas por su socio Pablo Escobar. Así rompen relaciones diplomáticamente sin llegar a iniciar una guerra entre ellos. 

Quien no veía con buenos ojos esta amistad, sería su hermano Carlos Castaño, quien tenía una idea totalmente diferente sobre Pablo Escobar. Al considerarlo un traidor que compartía ideales de izquierda y así mismo hacía negocios con aquel grupo sin importar la lealtad con sus viejos socios.

No obstante Carlos Castaño seguía encargado de manejar el enlace directo entre los del Cartel de Medellín y el DAS. Durante aquel tiempo Carlos Castaño logra infiltrarse en aquella institución gracias a la amistad de negocios que sostuvo con el general Maza Márquez. Es así como empieza a sacar provecho de aquella institución para asesinar a militantes de Izquierda.

Al percatarse Pablo Escobar del poder que Carlos Castaño estaba ejerciendo con esos vínculos con el DAS. Decide maniobrar estratégicamente y le encarga entonces la tarea a Carlos Castaño de matar al  general Miguel Alfredo Maza Márquez. Quien estaba a cargo de dirigir el grupo que estaba tras el rastro los extraditables. Así mataría dos pájaros de un solo tiro, probar la lealtad de Carlos Castaño con el cartel y saldría de un enemigo potencial que tenía al mando a un departamento de inteligencia.

Carlos Castaño inicialmente se niega pero luego con presión del mexicano decide supuestamente realizar la tarea. Pues más adelante se les voltea y pone en sobre aviso al General Maza. Es gracias a ello que el General logra esquivar varios atentados. Entre ellos el dirigido al edificio del DAS, donde los sicarios del cartel de Medellín hacen estallar un vehículo con 500 kilos de TNT. Ocasionando la muerte de 63 personas y 800 heridos, según los diarios. 

Es a partir de aquel incidente como Pablo Escobar se entera de la traición de Carlos Castaño, a quien anota en su lista como próximo objetivo militar. Pero quien correría con algo de suerte al liberarse de Alias el Mexicano, que lideraba un brazo armado Paramilitar muy fuerte. Pues este es dado de baja el
el 17 de diciembre de 1989 en Tolú y Coveñas. 

Luego Pablo Escobar intentaría maniobrar con rapidez haciéndole dos atentados, los cuales resultaron ser fallidos. Dejando a Carlos Castaño prevenido y listo para un posible enfrentamiento con el líder del Cartel de Medellín.

Serían sus dos socios los encargados de la administración del cartel de Medellín, en donde Pablo Escobar se comprometía a entregar todas las rutas, entre ellas sus dos rutas importantes de drogas en Centroamérica y Estados Unidos. Una era conocida como La Fania o La Fanny y la otra era llamaba Rancho.

A cambio de ello sus socios tendrían que pagarle $ 250.000 cada mes, como compensación por los gastos de Escobar en la lucha con el Estado por tumbar la extradición. Es decir otorgar un porcentaje de representación al ser la cabeza principal del Cartel de Medellín.

Todo iba de maravilla en el acuerdo hasta que los socios de Pablo Escobar empiezan a olvidar la soberanía de su patrón y dejan de enviarle cumplidamente la cuota. Argumentando problemas económicos por la caída de un cargamento con 12 toneladas de cocaína por la Fania, la mejor ruta del cartel. Pablo Escobar no queda conforme con el mensaje de sus socios, más sin embargo lo deja pasar por alto.

Hasta que más adelante uno de los trabajadores de Pablo Escobar conocido como el Tití, descubre una caleta con 20 millones de dólares. Esto gracias a que su novia era la hija de aquel viejo quien estaba cuidando ese dinero. 

Este decide reportarle aquella situación al Chopo, el Pablo Escobar de la calle, uno de los enlaces directos con el Patrón. Así es que el jefe del Cartel de Medellín se entera de que sus socios se estaban quedando con más dinero y no estaban reportando la cantidad exacta de los envíos.

Fue así que Pablo Escobar da la orden de asaltar aquella caleta y traer con ellos aquella suma de dinero. Pues el patrón consideraba que su sacrificio en prisión no se andaba respetando y él junto a sus trabajadores no la estaba pasando muy bien allí adentro.

Es de esta manera que el Negro, Galeano se entera que fue gente del Chopo quienes le tumbaron esa caleta. Por lo que decide ir con su socio Moncada a la Catedral para denunciar lo del robo de su caleta y recobrar su plata. Esto pese a las advertencias de su lugarteniente alias don Berna que le aconseja que no fuera aquella cita.

A través de Carlos Mario Alzate, El Arete, Galeano y Moncada suben confiados a la cárcel para ver al Patrón. Con lo que no contaba es que Pablo Escobar ya estaba al tanto de todo y solo estaba esperando una excusa razonable para darles piso.

Cuando le comentan sobre la caleta ellos dicen que esa plata eran ahorros que tenían encaletados. Como todos usualmente lo hacían. Pablo Escobar decide entonces subirles el impuesto a ellos y a sus otros socios, ordenándoles que ahora le pagarían $ 1,000,000 al mes, algo que sus dos socios no vieron como razonable. 

La negativa de Kiko Moncada quien le levanta la voz al patrón, más la cizaña de sus sicarios, hacen que Pablo Escobar tome la peor decisión para el Cartel de Medellín. Pese a las suplicas de su socio y las disculpas de Kiko Moncada, Pablo Escobar ordena asesinar a sus dos socios allí en la Catedral el mismo día de su visita (el 22 de julio de 1992). 

Esta terrible decisión llevaría a que el Cartel de Medellín se comenzará a quebrantar, trayendo como consecuencia que muchos de sus socios se le voltearan y se pusieran en contra de él. Pues no vieron con buenos ojos aquellos asesinatos injustificados de sus socios. Y empezaron a poner en tela de juicio el liderazgo del Patrón, a quien lo veían paranoico y poco sensato para dirigir el Cartel.

Esto llevaría a que se desatará una guerra interna que llevaría a que Pablo Escobar perdiera el control completo de su organización y por ende el fin de su legado.

Pablo Escobar se alza como vocero y líder para convocar la primera cumbre con los traficantes de droga más importantes, esto con fin de mirar nuevas alternativas para combatir este fallo de la corte.

Alternativamente usa como escudo su lado humanitario para realizar diversas obras sociales (Medellín sin Tugurios, un barrio para personas en pobreza y canchas deportivas para la comunidad). Esto gracias a los consejos de su primo, José Obdulio Gaviria, un joven inquieto por la política y visionario. Quien le aconseja ser un dirigente político. Una idea que a Pablo Escobar no le resulta descabellada, pues sabía que así podría llegar a la gente humilde y lograr su objetivo de ser elegido por el pueblo.

Decide entonces labrar su carrera política apoyado de gente influyente que le ayuda a patrocinar su carrera y ganar un cupo por Antioquia en el Congreso de la República. Esto gracias a una lista avalada por el sector del partido Liberal de Santofimio, con turbayistas entre los que figuraban Jairo Ortega, Ernesto Lucena y William Vélez. Quien alababa ante los medios de comunicación a Pablo Escobar, tildándolo de noble y brillante figura del Partido Liberal. 

Sería a través de una estrategia política que Pablo Escobar quedaría como suplente de otro político llamado Jaime Ortega Ramírez. Quien renunció para que finalmente Escobar lograra estar algunos meses como Representante a la Cámara por el Departamento de Antioquia. Representando el Movimiento Político de Renovación Liberal que, en principio, fue cercano al Nuevo Liberalismo.

Algo que no vieron con muy buenos ojos sus opositores como Lara Bonilla y Luis Carlos Galán quienes venían denunciando al finalizado gobierno de Turbay de haber promovido la legalización de los dineros de las mafias, con medidas como su amnistía tributaria. Quienes señalaron al turbayismo de haber permitido la entrada de dineros y personajes del narcotráfico en sus campañas políticas. Como por ejemplo el ingreso de este nuevo personaje llamado Pablo Escobar.

Razón por la cual el Senador Lara Bonilla no aguantó más, y citó a un debate para aclararle al país a que clase de personajes se estaba instalando en el Congreso con pactos como los hechos por Santofimio, Ortega y Lucena. Un debate sobre el origen de las fortunas de sujetos como Pablo Escobar Gaviria, que ahora fungía como honorable congresista de la República.

Llegaría entonces tan anhelado día para el ministro Lara Bonilla para poder debatir a sus opositores sobre la precedencia de los dineros calientes.

Pero con lo que no contaba sería que la mafia ya le tenia guardada una desagradable sorpresa. Y fue así como en medio de la sesión, el honorable congresista Jairo Ortega lo acusa de tener relaciones con el narcotráfico, señalando irónicamente un cheque por un millón de pesos suscrito por Evaristo Porras, un conocido narcotraficante, a nombre del incorruptible ministro Rodrigo Lara. 

Diciendo además que tenía bajo su poder un escandaloso vídeo del Ministro Lara Bonilla con el capo. 
El Ministro defensa se defiende contra-atacando a Pablo Escobar, refutándole que no le convencía que toda esa fortuna la hubiese conseguido con un almacén de bicicletas y unas haciendas ganaderas. Que como era posible que tuviese bajo sus dominios 11 aviones, 2 helicópteros, 3 hangares en el aeropuerto de Medellín, un grupo de sicarios y militares de derecha (MAS) y unas millonarias donaciones en obras benéficas, con solo estos negocios que a plena vista eran más que una simple fachada.

Unas declaraciones que evadió sutilmente Ortega al decirle al señor Ministro, que en aquella sesión se estaba tratando sobre la procedencia de aquel cheque derivado del narcotráfico que se le había girado.

Tras aquella reunión el Ministro de Defensa sale indignado por aquella calumnia y decide ir más allá para dejar en evidencia aquel mafioso que se hacía pasar por un simple comerciante y ganadero.

Pablo Escobar por su parte, acorralado se defiende dándole al Ministro un plazo de 24 horas para presentar las pruebas en su contra. Anunciando además acciones legales contra el funcionario por haber incurrido en el delito de calumnia.

Fue así como el Ministro emprendió su lucha por demostrar su inocencia y desenmascarar aquel lobo disfrazado de oveja.

Alguien que se uniría en la lucha por desvelar la verdad oculta sobre Pablo Escobar, es el director del periódico del Espectador, Guillermo Cano, quien no vio con buenos ojos como se manchaba la honestidad del Ministro de Defensa. Así que siguiendo una corazonada buscó compulsivamente en los archivos de las páginas judiciales del Espectador alguna información sobre Escobar. Hasta que, unos días después, halló una reseña de 1976, donde se informaba de la captura de dos narcotraficantes en Ipiales, Nariño: Pablo Escobar Gaviria y su primo, Gustavo Gaviria. Donde fueron capturados infraganti al querer sobornar a los agentes para tapar el ilícito de aquel vehículo cuya llanta de repuesto se encontraba repleta de cocaína. 

En dicho artículo salía además la foto de Pablo Escobar, reseñado por la justicia en 1976, la cual
sería ampliada y publicada al otro día en primera página, y con una editorial en respaldo al Ministro. 
Con este apoyo extra más las pruebas que había logrado reunir el Ministro, logro comprobar su inocencia. Escobar trata de defenderse sin lograr un resultado, pues se le reabre el caso por la muerte de los detectives del DAS quienes efectuaron su captura en aquella época.

Estas investigaciones despejaron las sospechas del Ministro al constatar que todo ese manejo de aviones y pistas no sería posible sin el consentimiento de la Dirección de la Aeronáutica Civil. Que estaba salpicada por el narcotráfico otorgando centenares de licencias de vuelo, matrículas de avionetas, helicópteros y permisos para la construcción de aeropuertos privados en las fincas de los narcotraficantes.

Es de esta manera como el Ministro de Justicia le da el primer golpe a la mafia en especial a Pablo Escobar quien le había calumniado. Con aquella acción logra paralizar 150 avionetas y helicópteros que eran destinados al contrabando de la cocaína.
Luego señala públicamente la presencia de dineros calientes en el fútbol, los toros y diversos grupos políticos en todo el país. Un accionar delictivo para lavar el dinero proveniente del narcotráfico.

Más adelante llegaría uno de los golpes más duros para el Cartel de Medellín. Es cuando unos infiltrados de la DEA logran penetrar la organización e implantar unos aparatos sofisticados de rastreo en un embarque de 73 barriles de éter que tenían destino a Colombia.

Una operación en conjunto con el gobierno de Colombia llevada a cabo por el Ministro de Justicia y por el Coronel Ramírez, al mando de la Unidad Antinarcóticos. Que se llevo con absoluta discreción para evitar que se filtrara por altos funcionarios que estaban salpicados en el negocio del narcotráfico.

Fue así como dieron con los llanos del Yarí, en donde se encontraba ubicado el complejo de narcóticos más grande en ese momento denominado Tranquilandia. Que estaba bajo el poder de alias el Mexicano. Un mega-centro de de producción de cocaína que contaba con 8 pistas de aterrizaje, 14 laboratorios de la más alta tecnología e intercomunicados entre sí, de los cuales salían 20 toneladas de cocaína a la semana. 

En dicha operación se decomisaron numerosas aeronaves, entre ellas un helicóptero perteneciente al padre de Álvaro Uribe Vélez, el ex director de la Aeronáutica que había beneficiado tanto a los narcos. 
Pero lo más curioso fue aquella libreta encontrada en aquel complejo de narcóticos. Una agenda con información ultra secreta que salpicaba a la cúpula política, militar y empresarial que estaba
detrás de los carteles. 

Fue allí donde el Ministro de Defensa entendió que la corrupción en el Estado no tenía límites. Pues la mafia nunca quiso acabar con el Estado, la mafia quería ser el Estado.

Entendió así el Ministro que después de las pruebas incautadas en Tranquilandia su vida estaría en peligro. Junto a la del Coronel Ramírez, su gran aliado en contra de lucha del narcotráfico, quien también sabía que había detrás de aquel oscuro negocio.

Frente a esta situación es que el Presidente Betancur le pide la renuncia, diciéndole que por su
seguridad era mejor que se fuera del país. Le ofrece entonces una embajada en Alemania, a la cual debería partir el 20 de mayo.

Pero todo se frenaría el 30 de abril 1984, cuando los miembros más perjudicados del Cartel de Medellín, Rodríguez Gacha y Pablo Escobar deciden vengarse al declarar como objetivo militar al Ministro Lara Bonilla.
Ya que Pablo Escobar no pudo aguantar la humillación de ser expulsado de aquel movimiento político y tener que renunciar a la a la inmunidad parlamentaria. Siendo señalado como narcotraficante ante la opinión pública. Y por el otro lado estaba alias el Mexicano que perdió uno de los más importantes centros de operación para el procesamiento de la droga (Tranquilandia).

Todo esto llevo a que el Cartel de Medellín, bajo el mando de estos dos capos orquestaran el asesinato del Ministro de Justicia. Y ese mismo día a la altura de la calle 127, una motocicleta roja aparecería de la nada detrás del Mercedes blanco en donde se movilizaba Rodrigo Lara Bonilla. Que sería alcanzado por dos sicarios muy jóvenes, quienes le descargarían las 25 balas calibre 45 de la subametralladora Ingram, dando fin a la vida del honorable Ministro de Justicia. 

López Michelsen trasmitió de inmediato el mensaje a Betancur, quien rechazo la propuesta al considerarla una ofensa que ensuciaba el nombre el ministro Rodrigo Lara.

Estos acercamientos se filtraron y fueron divulgados en el periódico el Tiempo. Lo que conllevo a un escándalo y a que la embajada norteamericana en Bogotá y el Departamento de Estado en Washington,
expresaran su negativa frente a la idea de negociar con traficantes.

El Presidente Betancur declaró nula la posibilidad de cualquier entendimiento entre el gobierno y los narcotraficantes. Antes se fue con toda en un ataque frontal contra ellos firmando la Ley de Extradición. Esto desencadenó una serie de eventos que marcaron una ola de violencia jamás vista en aquella época.

El Cartel de Medellín tenia ahora como objetivo militar al candidato Luis Carlos Galán, gran amigo del Ministro Lara Bonilla, quien compartía sus mismos ideales, entre ellos la de erradicar el narcotráfico y extraditar a los capos.

Llegaría entonces el día del magnicidio (18 agosto 1989) de quien para muchos era el presidente in péctore de Colombia, Luis Carlos Galán. Un asesinato que conmociono al Presidente Virgilio Barco y que a través de un discurso televisado, declaro que el Estado Colombiano le declaraba la guerra total al Narcotráfico.

Fue de este modo como el gobierno de Virgilio Barco apeló un decreto de emergencia, el cual preparaba el camino para la extradición de narcos por la vía administrativa, es decir la extradición no autorizada previamente por una decisión de la Corte o por un tratado internacional vigente. 

Iniciando así su plan de gobierno y extraditando a 4 de sus ciudadanos hacia los Estados Unidos. Como contraataque a las mafias y como estrategia para recalcar su política de lucha contra el tráfico de drogas. Entre aquellos extraditados se encontraba Hernán Botero Moreno, conocido dirigente deportivo; Said Alberto Pabón Jatter, Nayib Ricardo Pabón Jatter y Marco Fiddl Cadavid Calle.

Además con su decreto de emergencia tuvo vía libre para confiscar propiedades aviones, dinero armas y otros bienes, que formaran parte del narcotráfico.

Toda esta persecución en contra de los carteles colombianos, en especial con el de Medellín, llevo a que el 15 de noviembre de 1986 se declarará públicamente la aparición de “Los Extraditables”, una organización armada clandestina que "prefería una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos". 

Al inicio este grupo quería dar la imagen de una ente con una ideología política legitima, que luchaba por sus derechos como ciudadanos colombianos, para pagar sus delitos en su país. Un nacionalismo que se hacia evidente en su propaganda y comunicados, cuya finalidad era parar la extradición.

Al no lograr los resultados por esta vía, acudieron al narcoterrorismo, buscando con ello, quebrantar la clase política, con su accionar terrorista. Culpando al presidente por los daños colaterales ocasionados a la sociedad colombiana.

Fue para ese momento que las acciones terroristas de los narcotraficantes se intensificaron. Como las bonificaciones por asesinar policías, esto como contraataque al grupo élite que los perseguía y a las recompensas autorizadas por el gobierno para dar con sus cabecillas.
Le seguiría después los asesinatos de jueces, magistrados y periodistas, que salpicaban la imagen de los extraditables o que procedía a revisar sus expedientes.

Sus acciones tocaron también la élite dirigente del país, usando el secuestro como medio de someter a los altos mandos del país. Entre ellos el secuestro de Diana Turbay, Andrés Pastrana, Francisco Santos, el de Marina Montoya, hermana de Germán Montoya, ex-secretario general de la presidencia de Virgilio Barco, entre otros.

Así como la muerte de algunas personalidades, como el asesinato de Don Guillermo Cano Isaza, director del diario El Espectador. Y el del candidato a la Presidencia, Luis Carlos Galán que formaba parte del Nuevo Liberalismo. 

Y los sucesos terroristas que más marcaron el resentir colombiano, como la toma del Palacio de justicia, en donde buscaron borrar evidencias en sus procesos, quemando documentos que los incriminaban y asesinando magistrados que pudiesen abrir sus casos.

La bomba al avión de Avianca en donde tenían conocimiento que viajaba el sucesor de Galán a la presidencia, es decir Cesar Gaviria.

El atentado al edificio del DAS que tenía como objetivo al general Maza Márquez, pero quien se salvo por un chivatazo de los Paramilitares y dejo a más de 60 personas muertas.

Por el lado del Cartel de Medellín hubieron bajas significativas como la muerte del cuñado de Pablo Escobar, Fabio Urrea, el asesinato de su primo y mano derecha, Gustavo Gaviria, y la de su mano derecha y ala militar del cartel, alias el Mexicano. 

Todo esta ola de violencia por parte de ambos bandos llevo a que en octubre de 1990, el presidente en ese momento, Cesar Gaviria, junto con la Suprema Corte de Justicia de Colombia aprobarán la modificación al decreto 2047 constitucional, para que narcotraficantes, paramilitares y delincuentes pudieran elegir voluntariamente la extradición o ser juzgados en ese país, cuando comparecieran ante jueces, confesaran sus delitos y denunciaran los bienes obtenidos por la actividad criminal. 

Fue así como los extraditables dieron fin a ese grupo, enviando un comunicado para entregarse a la justicia, siempre y cuando se les garantizará la no extradición y una serie de beneficios. Y peticiones exigidos por el Estado a cambio de su desarticulación.

Fue a raíz de ello que el 9 de diciembre de 1990 los ciudadanos votaron a favor de la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente para la redacción de una nueva Constitución. Donde se pudiera incluir aquel decreto constitucional que evitará la extradición de los colombianos y que pagaran las penas cometidas en su país.

Luego de estos acuerdos, proceden a entregarse voluntariamente 3 de los extraditables, Fabio, Jorge Luis y Juan David Ochoa, quienes serían recluidos en la cárcel de Itagüí.

Pablo Escobar esperaría un año más, esperando que la Asamblea Nacional Constituyente votará a favor de la prohibición de la extradición de colombianos. 

En ese momento es que el gran capo organiza su entrega, por mediación del Cura García Herreros, fundador de la corporación Minuto de Dios.

Esta entrega le garantizó ubicar y construir su propia cárcel, conocida como La Catedral, en el municipio de Envigado, ubicado a 10 kilómetros al sur de Medellín.  

Quienes eran tenidos en alta estima por muchos miembros del cartel, y para los que la muerte de ambos fue percibida como un acto de traición por Pablo Escobar. Sin contar con el aumento de los impuestos que causo descontento con los demás miembros, dando inicio a una guerra civil dentro de la organización.

Pablo Escobar inicia entonces una guerra interna contra los familiares de sus ex-socios. Se comunica con alias Don Berna, el jefe de seguridad de sus ex-patrones para que le entregaran a Rafaelito Galiano y que de paso trabajara para él. Este con el poder que ejercía en el momento al estar encargado de la 
Oficina de cobro en Medellín, decide darle la espalda a Pablo Escobar. Pues su lealtad estaba con sus ex-patrones a quienes les tenía un gran aprecio.

El Patrón entonces se fue en contra de Don Berna, quien en ese momento estaba bien encaletado. Haciendo su nueva movida, nada mas ni menos que uniendo fuerzas con los Castaño, con los líderes del grupo paramilitar de derecha AUC, y con el cartel de Cali, para conformar un grupo denominado Los PEPES (Perseguido por Pablo Escobar).

Así don Berna se hizo al control total de la Oficina de Envigado y la Terraza. Lo que ocasionó que Escobar perdiera la mayoría de sus sicarios y el ala militante del cartel.

La siguiente estrategia fue la de debilitar el poder del patrón (Pablo Escobar). Esto funciono gracias a que tenían el apoyo del Estado, con el bloque de búsqueda. Aquí el gobierno se hacía el de la vista gorda, mientras los PEPES actuaban como criminales, quebrantando la organización de Pablo Escobar. Con tácticas sucias, como asesinar a sus familiares, sus trabajadores, sus sicarios y personas más allegadas. 
Luego dando un golpe a sus finanzas, secuestrando a sus contadores y abogados. Para luego dar con una información de vital importancia, por parte de algunos delatores (los 12 del patíbulo) que querían ver caer al Patrón. 

Esto conllevo a que Pablo Escobar cada vez más perdiera el poder y el control de su organización. Y tuviese que encaletarse muy bien, sin poder ni siquiera acceder a las demás caletas que aun faltaban por rescatar.

El Estado lo tenia contra la espada y la pared, pues en ese entonces tenia vigilada a su familia, la cual no dejo salir del país, para que Pablo Escobar no pudiese contraatacar con toda.

Esa cooperación del gobierno, con su ala militar (bloque de búsqueda), agentes de la CIA y la DEA (tecnología israelí de rastreo), el Cartel de Cali (financiación) y las Auto-defensas (trabajo sucio), llevo a que Pablo Escobar estuviese más asfixiado y a punto de asomar la cabeza, para respirar.

Esta caza insaciable en contra del Patrón permitió que el Bloque de Búsqueda efectuará cerca de 15000 allanamientos en Antioquia, principalmente en Medellín. De los cuales, 10600 arrojaron resultados positivos, que facilitaron la confiscación de dos millones de dólares, la ocupación de 143 propiedades y la incautación de 4000 kilos de dinamita.

Pese aquellos resultados el gobierno aún no estaba satisfecho, pues querían el trofeo de la cabeza del Patrón, así que los expertos en radiogodiometría e intercepción de llamadas, con sus equipos sofisticados de triangulación, mantenían espiando cualquier comunicación del capo.

Fue hasta entonces que Pablo Escobar se comunica con su familia y así logran rastrear una amplia zona comprendida por ocho manzanas en la zona occidental de Medellín.

Hasta que una conversación telefónica con Juan Pablo duró cerca de 4 minutos y por primera vez en los 7 meses de persecución, Escobar violó su seguridad personal, ese tiempo les permitió ubicar con exactitud el sitio donde se encontraba, esto según informes del general Octavio Vargas, coordinador del Bloque de Búsqueda, a la Revista Semana.

Los primeros en llegar a la ubicación son los PEPES quienes venían rastreando la señal emitida por los equipos del bloque de búsqueda y los agentes de la DEA. Allí rodean rápidamente la casa en donde se encontraba el Patrón con su jefe de seguridad (alias limón). Asesinando primero a su sicario, para ir tras el objetivo quien intenta escapar por el techo de la casa. Fue en ese momento que Pablo Escobar  se encuentra de frente con Tito, quien le pega el tiro de gracia.

Esta fue una de las tantas versiones de algunos libros o entrevistas, ya que todos querían aludirse la muerte del gran capo.

Hasta que quedo en la historia, la versión oficial que el 2 de diciembre de 1993, el bloque de búsqueda había dado con el paradero de Pablo Escobar en el barrio Los Olivos de Medellín, donde tras un corto enfrentamiento, su escolta el Limón es asesinado dentro de la casa. Y Pablo Escobar es asesinado en el techo de su casa.

Una muerte que daría paso a la disolución del Cartel de Medellín en pequeñas células y una nueva persecución al Cartel de Cali por parte del Estado.